miércoles, 22 de marzo de 2017

Sin retorno

Quería conocer
lo que guardaba tu noche más oscura
para poder acariciarla,
para tomarla con mi manos y sanarla.

Después de este tiempo me pregunto
qué fue lo que pasó entre tú y yo…

¿Acaso fuimos dos almas perdidas
en aquel entretejo de energías
que estaban dispuestas al sacrificio?
¿O es que sólo fue el destino?

Tu sonrisa, mi elixir divino,
se desdibuja en la oscuridad
y lo único que puedo sentir
es la hiel del espacio y del tiempo.

Esta profunda herida
destroza la esperanza de encontrarte
en aquél lugar donde saltamos
al vacío sin remordimiento, ni miedos.

Todo se ha ido contigo
pero el eco de tu voz persiste,
y mientras mis ojos lloran,
trato de mantenerlo intacto en mi memoria.

El sol huye de mí y se esconde
tras tus labios delgados,
tras tu mirada penetrante y perfecta…
donde nací y donde ahora siento morir.
                 
Donde el mañana no existe,
y el ayer no se encuentra;
donde nunca hubo salvación para nadie,
y yo me perdí sin darme cuenta.


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