miércoles, 7 de enero de 2009

Lamento invernal

Me miro al espejo
insatisfecha y frustrada
por saberme ansiosa,
por mostrarme inquieta.

No sé en qué instante
me perdí en tus besos,
pero me entregué a ti
sin dudarlo ni un momento.

Eres la más dulce tentación,
el más peligroso destello,
la más atractiva batalla
que motiva mi deseo.

Efímero amor imposible:
eres tormento sublime,
sonoro grito congelado
de tu garganta ardiente.

Cuando al verte siento
que me llenas con tu fuerza
emergen lágrimas
y tus ojos me dan nostalgia.

Trato de imaginarte
lejos o distante
e intento sumergirte
en el más profundo olvido.

Después, sé que es inútil
destruir tu esencia
de un cuerpo que te extraña,
de un alma que te llama.

En un momento ingenuo
pensé detener mi pasión,
pero en realidad no quiero...
imposible desear algo así.