jueves, 23 de octubre de 2008

Sangre eterna

¿Cómo negar el hecho de existir?
Recuerdo haber tenido sangre noble,
honores, gloria y triunfo,
banquetes y fiestas.

He visto días y noches,
lagos y mares;
he probado dulces manjares
y pisado hermosos paisajes.

No niego mi existencia,
pues siento la soledad hasta los huesos,
siento miedo cuando mi sombra no veo,
siento cansancio y me duermo.

Existo como tú
y soy tan real como el viento,
tan real como la sangre
o el ojo inerte.

Al existir uno paga su pena
como el preso su condena,
sufres vergüenza,
tienes carencias.

¿Cómo negar el hecho de existir?
Si soy cadáver y ceniza...
¡Sigo existiendo!
¡Sigo estando aquí!

1 comentario:

Mike dijo...

Ser y estar, conciencia y reconocimiento, querer permanecer, aunque sea reencarnando, eso me evoca este escrito. Y sentí un ambiente de tarde fría en verano al leerlo. Me gustó, es el primero que leo.

Saludos,
Mike